martes, 6 de noviembre de 2012


Régimen Militar (Chile)

El general Augusto Pinochet, líder del Régimen Militar, durante un discurso.
El Régimen Militar es el nombre con el que se conoce al período de la historia de Chilecomprendido desde el 11 de septiembre de1973 y el 11 de marzo de 1990, durante el cual dicho país estuvo bajo una dictadura militar encabezada por el General Augusto Pinochet y los otros comandantes de lasFuerzas Armadas, que establecieron unajunta de gobierno tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional delpresidente Salvador Allende. Pinochet,comandante en jefe del Ejército asumió el liderazgo de la junta militar de gobierno compuesta inicialmente por José Toribio MerinoGustavo Leigh, y César Mendoza en representación de la ArmadaFuerza Aérea yCarabineros, respectivamente.
Tras el golpe, fueron cometidas sistemáticasviolaciones a los derechos humanos,1 2registrándose al menos 28.259 víctimas deprisión política y tortura,3 4 2.298 ejecutados y 1.209 detenidos desaparecidos.5 Se limitó la libertad de expresión, se suprimieron lospartidos políticos y el Congreso Nacional fue disuelto. Políticamente, el régimen se caracterizó por un modelo autoritario de gobierno.6 Aunque originalmente tuvo un neto carácter militar, con el paso de los años fueron incorporándose colaboradores civiles al gobierno.
Durante este período, Chile experimentó una importante transformación económica, política y social. En lo estrictamente económico significó un cambio radical de orientación del papel del Estado de un rol productor e interventor, a uno de tipo subsidiario, inspirado en las doctrinas económicasneoliberales. En lo social significó el dominio sin contrapeso de los sectores empresariales, el aumento sostenido de la desigualdad de ingreso,7 8 junto con un incremento en la precariedad e inestabilidad laboral de los sectores asalariados. En lo cultural, dio lugar al denominado "apagón cultural", caracterizado por la represión y autorrepresión de ciertas manifestaciones culturales consideradas contrarias a la línea oficial.9
En 1980, tras un irregular plebiscito, fue aprobada una nueva constitución en la que Pinochet reafirmaba su cargo como presidente mientras la junta de gobierno se limitaba al poder legislativo. El texto constitucional estableció también una serie de disposiciones que, eventualmente, permitirían el retorno a la democracia como consecuencia del resultado del plebiscito del 5 de octubre de 1988. En dicho plebiscito, el pueblo chileno le denegó a Pinochet un nuevo mandato y, en consecuencia, se celebraron elecciones presidenciales democráticas. La dictadura militar llegó a su fin el 11 de marzode 1990, cuando Augusto Pinochet entregó el poder a Patricio Aylwin. Ese día terminó el Régimen Militar y se dio inicio al período de la historia de Chile conocido como la transición a la democracia.

Índice

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Inicios del régimen militar

El golpe de estado

El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado al mando de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, terminó con el mandato del presidente Salvador Allende, luego de que el congreso acusara al presidente de prácticas anticonstitucionales. Tropas del ejército y aviones de la Fuerza Aérea atacaron el Palacio de La Moneda, la sede de gobierno, donde Allende se suicidó, cuando las tropas militares ingresaban al Palacio.

DINA

Quema de libros durante los primeros días del régimen.
Camilla para torturas utilizando electricidad utilizada durante el Régimen Militar.
En 1974 fue creada oficialmente la Dirección de Inteligencia Nacional(DINA) por medio del D.L N° 521 (aunque funcionaba de factodesde fines de 1973). Esta Dirección quedó a cargo del teniente coronel de ingenierosManuel Contreras.10 La DINA tenía facultades para detener y confinar personas en sus centros operativos durante los estados de excepción. Como estos estados duraron casi toda la dictadura, la DINA tuvo estas facultades durante toda su existencia.
Esta organización tuvo la tarea de anular toda clase de oposición política al régimen, la cual de acuerdo a la visión ideológica de la Junta Militar, estaba conformada por grupos de sediciónmarxistas. Entrenados en la Escuela de las Américas, los agentes de la DINA iniciaron una campaña de represión, focalizado su accionar principalmente contra el Grupo de Amigos Personales (GAP) de Allende, su guardia personal, con 60 muertos, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) con 400 (sobre 600 según el MIR),11 el Partido Socialista de Chile con 400 y el Partido Comunista con 350.1
La DINA empleó sistemáticamente el secuestro, la tortura y el asesinato para lograr sus objetivos. Contaba, además, con agentes internacionales, entre los que se cuenta el estadounidense Michael Townley, uno de los responsables del asesinato de Carlos Prats en Buenos Aires y de Orlando Letelier en Washington, DC.
Su otro dispositivo internacional era la Operación Cóndor, acuerdo de cooperación entre los diversos organismos de represión política de las dictaduras latinoamericanas, con el objetivo de contener cualquier elemento de izquierda.12
La DINA detendría su funcionamiento en 1977, siendo reemplazada por la Central Nacional de Informaciones (CNI), y Contreras por Odlanier Mena.13 En el periódico El Mundo, Manuel Contreras acusó a Pinochet de ordenar los atentados contra Orlando Letelier y Carlos Prats.14

La política económica

La situación económica heredada por el régimen militar no era muy buena, con una inflación en 1973de 342% y el PGB a la baja. Para enfrentarlo, se confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de economía en la Universidad Católica de Chile, con postgrados la mayoría de ellos en laUniversidad de Chicago, quienes serían conocidos como Chicago Boys. Los Chicago Boys venían deEstados Unidos con las ideas liberales desarrolladas por profesores como Milton Friedman y Friedrich Von Hayek, importantes teóricos del liberalismo moderno. Estas ideas consistían, sucintamente, en una economía libre, abierta al mundo, con un Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal, y el funcionamiento libre del mercado.
Su primera intervención en el Gobierno fue en ODEPLAN, (Oficina de Planificación Nacional), en donde plasmaron las ideas económicas de El Ladrillo, documento solicitado por el almirante Merino con anterioridad al golpe de estado y que fue la aplicación de aquellas ideas a la realidad de Chile. La Armada, encargada del área económica, se guio por dicho texto, contando con la asesoría de los Chicago Boys. Los métodos económicos tradicionales que intentó el régimen no prosperaron, la inflación continuaba por el 300%, el gasto público seguía alto y el cobre se desplomaba a la baja. Los Chicago ingresaron al régimen en 1975, con Jorge Cauas en el Ministerio de HaciendaSergio de Castro (líder de los Chicago) en el Ministerio de Economía y Pablo Barahona en el Banco Central. Para convencer a Pinochet de sus ideas (el Ejército mantenía el apego al estatismo tradicional de Chile) trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman, quien le dio dos soluciones a la crisis que pasaba el país. La primera era por medio de una recuperación lenta del «paciente» (Chile), pero advertía Friedman que este de tanto esperar podría morir. La segunda era darle al «paciente» un tratamiento de shock, para revitalizarlo, pero con efectos colaterales muy graves.
El tratamiento de shock consistía en reducir el gasto público en un 20%; despedir al 30% de los empleados públicos; aumentar el IVA (impuesto a la transferencia comercial de bienes muebles); liquidar el sistema de ahorro y préstamos de vivienda. Mucha disputa se suscitó sobre esto entre los Chicago Boys y los economistas más clásicos, pero finalmente Pinochet se inclinó por la opinión de los neoliberales y se aplicó el shock.15
Los efectos iniciales fueron terribles. Cayó el PGB en un 12%, se empinó la cesantía al 16% y el valor de las exportaciones se redujo en 40%. Pero se empezó a afianzar el sistema a partir de 1977, iniciándose lo que se ha llamado dentro de Chile como el «boom», con cifras positivas en todos los ámbitos, a excepción de la cesantía, siempre alta (cercana o superior al 20%).16 El «boom» duraría hasta la crisis de 1982. Posterior a esta, el país comenzó a exhibir números macroeconómicos que dieron una base de estabilidad económica para la llegada de la democracia a inicios de los años 1990.

Reforma Previsional y Laboral

Entre las transformaciones más relevantes efectuadas en materia económica durante el Gobierno Militar se incluyen la Reforma Previsional y la Reforma Laboral, ambas concebidas por el ministro del Trabajo, José Piñera Echenique.
En Chile, el sistema de pensiones era de "reparto", donde los cotizantes activos financiaban las pensiones de los pasivos, el cual era administrado por el Estado. La principal crítica que se le hacía a este sistema, es que representaba un capital desaprovechado, que bien podría usarse para la inversión privada; y que la adminstración del sistema en diversas Cajas era ineficiente y onerosa. La ventaja del sistema, en cambio, era que las jubilaciones no dependían de las fluctuaciones del mercado. Con la reforma de 1980, se privatizaron las pensiones, implementándose un nuevo sistema previsional basado en la capitalización individual, en el cual se obligaba a cada nuevo trabajador a cotizar en administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP). El ahorro por parte de cada trabajador y las rentas que ésta produzcan, constituirán su jubilación.
El sistema desde su comienzo tuvo varios detractores, en especial entre la oposición, pero incluso entre gente ligada al gobierno, como por ejemplo, el ex-presidente Jorge Alessandri Rodríguez(miembro del Consejo de Estado, asesor de la Junta Militar).17 El sistema resultó un éxito de rentabilidad para las AFP, pero significó una disminución efectiva de las jubiliciones reales percibidas por los trabajadores, cuya pensión promedio no alcanza el 40% del salario promedio, contra el 70% que prometía el ministro Piñera. Ubicándolas por debajo de las normas establecidas por la OIT.18 El sistema fue replicado a partir de los años 1990 por varios países latinoamericanos.
En tanto, la Reforma Laboral o Plan Laboral, concretada en un Código del Trabajo en 1979, giró en torno a limitar y fragmentar la la sindicalización, y a una mayor flexibilización del mercado de trabajo.

1978

Augusto Pinochet junto al General César Benavides seguidos por Sergio Fernándezen un acto en el Edificio Diego Portales, 1 de mayo de 1976.
Voto del referéndum para legitimar el régimen en 1978. Obsérvese la redacción, las banderas y la posición de éstas.
En 1978, el gobierno militar enfrentó uno de sus momentos más complejos. El régimen recibió la condena mundial por el asesinato de Orlando Letelier en Washington DC, la polémica con el general Leigh y su expulsión, y el clímax del Conflicto del Beagle con Argentina que casi desemboca en un enfrentamiento bélico.

Letelier

Las primeras malas noticias para el régimen venían desdeEstados Unidos. El atentado explosivo contra Orlando Letelier era más de lo que ese país podía aguantar. Las investigaciones correspondientes les revelaron que durante el atentado a Letelier habían pasado por el país dos agentes de la dictadura: Juan Williams y Alejandro Romeral, identidades que eran falsas, y que el fiscal identificaría gracias a información proveniente de Paraguay(lugar donde se realizó la falsificación de los pasaportes) como el estadounidense Michael Townley y el capitán del Ejército Armando Fernández, ambos agentes de la DINA. Fernández fue el que investigaba las acciones diarias de Letelier, preparando la información para que Townley, junto a exiliados cubanos, prepararan la bomba que terminaría con la vida del ministro de Allende.
El gobierno de los Estados Unidos, enfurecido por la situación, exigió la entrega inmediata de Townley, por su condición de estadounidense, a lo que Chile respondió rápidamente, por el temor al corte de relaciones diplomáticas. Se exigió además la extradición de Contreras y la de Fernández, pero la Corte Suprema denegó la extradición, ya que, se argumentaba, la única prueba que poseían en su contra eran las declaraciones de Townley. Otros sectores afirmaron que esta defensa era errónea, argumentando que también se tenían los pasaportes falsos y el testimonio de los cubanos exiliados. El caso Letelier no fue perdonado por la amnistía de 1979. Estados Unidos reaccionó con el Filipinazo.

Leigh

Uno de los más graves problemas del caso Letelier fue la ruptura definitiva entre Leigh y Pinochet, aunque era un enfrentamiento que venía gestándose desde el principio del régimen. Leigh tenía ideas políticas muy diferentes a las del presidente de la Junta, empezando por la molestia que sentía el aviador hacia el dictador por el protagonismo de este último, siendo que Leigh se consideraba el planificador del golpe, en lo económico aspiraba a un estilo más clásico, diferente al del planeado por los Chicago Boys, y en lo político deseaba colocar plazos para el retorno de lademocracia.
Sus declaraciones al diario italiano Corriere della Sera gatillaron la crisis. Allí dirigió duros ataques a Pinochet y su política, hablando de que el régimen militar había devenido en una «dictadura personalista» y de que «consideraría muy seriamente» su posición en la Junta, si el régimen hubiera tenido algo que ver con el caso Letelier. Pinochet, Merino y Mendoza le pidieron una retractación por estas palabras, que habían dado la vuelta al mundo, pero Leigh se negó pese a los consejos de Merino y de los ministros civiles.19
Los otros miembros de la Junta le dieron la opción de renunciar o lo destituirían. Él no lo aceptó, ya que el estatuto de la Junta especificaba que un miembro solo podía ser destituido por imposibilidad física o psíquica, y además tenía el apoyo de casi toda la cúpula de la Fuerza Aérea.
Finalmente los restantes miembros, invocando las atribuciones contenidas en el estatuto de la Junta, lo destituyeron mediante el decreto Nº 624 de 24 de julio de 1978, que expresaba que: «el general Leigh se encontraba absolutamente inhabilitado para continuar ejerciendo sus funciones» (al remitirse dicha decisión a la Contraloría, ésta lo consideró jurdídicamente como un decreto ley); mientras el ejército cercaba todas las bases de la Fuerza Aérea. Diecisiete generales lo apoyaron y renunciaron junto con él, pero eso no impidió nada. Fernando Matthei, el elegido por la Junta, tomó inmediatamente la posesión de sus dos nuevos cargos.20

Argentina

Desde la firma del Tratado de límites entre Chile y Argentina de 1881 hasta 1888 se consideró a ambos lados de la frontera que las islas al extremo sur de América eran chilenas. Solo a partir de1898 con la aparición del primer mapa oficial argentino con un límite divergente de los anteriores, comenzaron las reclamaciones argentinas sobre las islas. Su intención era potenciar la base naval deUshuaia, al interior del Canal Beagle. Argentina sostenía que el Beagle no pasaba por el norte de las islas, sino que bifurcándose, pasaba por el norte y el oeste de ellas. Además planteaba el principio bioceánico, según el cual Chile no podía tener salida al Océano Atlántico ni Argentina al Océano Pacífico.
En 1971 ambos países acordaron someter el litigio a la sentencia vinculante de un tribunal internacional cuyos miembros fueron elegidos en común por ambos gobiernos. A la Reina Isabel II de Inglaterra le correspondía solo el rol formal de dar a conocer la sentencia. En 1977 se dio a conocer la sentencia favorable a la tesis chilena, pero que también permitía la navegación argentina en el canal.
Mas la Dictadura Militar argentina del general Jorge Rafael Videla, proclamó «insanablemente nulo el fallo» y planificó una Guerra de agresión contra Chile.
El 22 de diciembre de 1978 Argentina puso en marcha la Operación Soberanía para ocupar las islas militarmente e invadir Chile continental. Horas después, la junta militar argentina abortó la operación y aceptó la mediación papal ofrecida por el Papa Juan Pablo II.
La crisis ha sido el mayor peligro de guerra que tuvo Chile en el siglo XX, pero dado que los medios estaban bajo control del gobierno, con censura o autocensura, y el gobierno quiso mantener a la opinión pública alejada de la discusión, no se vivió un clima de guerra, en todo caso no como en Argentina donde se vivía la fiesta del mundial de fútbol ganado por la selección argentina y se preparaba a la juventud para el mundial del Beagle.21
En Chile, la incipiente oposición liderada por Eduardo Frei Montalva, dio un respaldo al gobierno en una entrevista para el diario "La Tercera" donde criticaba la actitud argentina: "Estas son materias de Estado que están por sobre la temporabilidad de los Gobiernos, nos oponemos al gobierno militar por sus prácticas antidemocráticas, el corte de las libertades, pero es claro que aquí se está alimentando, no por Chile, un conflicto de dramáticas consecuencias".
La posibilidad cierta de una guerra hizo aumentar en forma dramática el gasto militar: desde el año 76 al 80 el gasto militar como porcentaje del PBN aumentó (1976)3,5%, (1977)3,5%, (1978)4,1%, (1979)4,6%, (1980)5,2% (en comparación el mismo gasto de Brasil bajó desde 1,2% al 0,5%)22 en desmedro de las otras tareas del estado.
Como consecuencia de la tensa situación, Chile dio durante la Guerra de las Malvinas al Reino Unidoinformaciones sobre tráfico aéreo en el sur argentino.
La solución al Conflicto del Beagle solo se logró tras el debacle argentino en la guerra y el retorno a la democracia en Argentina. La transacción quedó plasmada en el Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina de 1984.

La nueva Constitución

A inicios de la Dictadura Militar, el general Leigh planteó el problema de darle al país una nueva carta fundamental, en reemplazo de la Constitución de 1925 que condujo (según Leigh) al quiebre institucional. Le dio el trabajo de elaborar un anteproyecto de Constitución a la Comisión Ortúzar, presidida por el jurista Enrique Ortúzar, y entre los elementos claves se encontraría el líder gremialistaJaime Guzmán. En 1978 Pinochet ordenó que se entregara el anteproyecto al Consejo de Estado, quien redactaría la nueva Constitución.
El consejo estaría integrado por representantes de los diversos sectores del país (excluyendo a la izquierda) y los ex presidentes que todavía vivieran (Gabriel González VidelaEduardo Frei Montalva yJorge Alessandri Rodríguez, mas Frei rechazaría la invitación). El consejo fue presidido por Alessandri, creyendo éste que podría plasmar sus ideas en la nueva Constitución; él prefería una reforma a la de 1925 para sustentar más la legalidad, ya que sus ideas de una rápida transición a la democracia serían desestimadas y cambiadas por los miembros de la Junta. A pesar de eso sería, junto al gremialista Jaime Guzmán, el cerebro del consejo, plasmando gran cantidad de ideas que tenía planeada desde su intento fallido de reforma durante su Gobierno. Como insistiese ante la Junta por su propuesta de transición (que duraba seis años, en vez de los dieciséis que planteaba Pinochet), renunció a su puesto en el concejo.23
Para legitimar la Constitución, Pinochet llamó a un plebiscito a realizarse el 11 de septiembre de1980. No hubo oposición a la propuesta más que un único acto permitido en el teatro Caupolicán, encabezado por Frei Montalva para votar negativo. No hubo registros electorales ni tribunales electorales, marco en el que se observaron numerosas irregularidades. El plebiscito tuvo un resultado oficial de un 67% de aprobación, resultado sumamente cuestionado en virtud de las condiciones mencionadas.24
La Constitución de 1980 planteaba la disminución de las facultades del Congreso; la creación del Tribunal Constitucional; se consideraba al Estado subsidiario en lo económico, social y cultural; se creó el Concejo de Seguridad Nacional, presidido por el presidente de la República; se sustituyó elsistema proporcional electoral por uno binominal; se estableció el sistema de segunda vuelta electoral cuando no se ha logrado mayoría absoluta en las elecciones presidenciales; se fijó el período presidencial en 8 años (después se cambiarían a seis y luego a cuatro); y se estableció un plazo detransición a la democracia: durante ocho años Pinochet gobernaría como presidente, y cuando terminase ese período la Junta pondría un candidato (que sería Pinochet posteriormente) para que lo aprobase en un nuevo mandato de 8 años o lo rechazase.
Luego, en el año 2005, bajo la administración del presidente Ricardo Lagos se aprobó una serie de reformas a la constitución de 1980, algunas tuvieron por finalidad democratizar la carta magna, otras afectaron a las atribuciones de los funcionarios públicos y el plazo durante el cual ejercen sus cargos, por ejemplo se redujo el período presidencial de seis a cuatro años, excluyéndose como ha sido la tónica, la posibilidad de ir por un segundo término consecutivo.

Comienzo de una nueva década

Desfile en celebración del aniversario del golpe de Estado, 11 de septiembre de 1982.
Al poco tiempo del triunfo del plebiscito de 1980 el régimen de Pinochet se vería afectado por el caso Letelier. Se había programado un viaje a las Filipinas, donde estaba al mando el dictador Ferdinand Marcos y su esposa Imelda Marcos. Cuando el avión estaba en medio del Pacífico, Marcos canceló abruptamente la visita, diciendo que no tenía suficientes fuerzas de seguridad. Pinochet tendría un traspié internacional, ya que tuvieron que aterrizar en las islas Fiyi, que tenía un gobierno socialista. Imelda Marcos después diría que fue la presión de Jimmy Carter la causa de cancelar el viaje. Debido a esto, Pinochet sacó del cargo al Canciller Cubillos, quien tuvo una gran importancia en la crisis con Argentina, y que logró sacar a Chile del ostracismo internacional en el tema económico.25 También se retira del ministerio José Piñera Echeñique, quien después de despachar la ley minera que introducía ciertas modernizaciones, renunció a su cargo por estar en desacuerdo con la política de cambio fijo del ministro De Castro.
Pinochet los reemplazó a ambos con militares, quedando como único civil “fuerte” en el gobierno (descontando los Chicago Boys), el ministro del interior, Sergio Fernández Fernández, que se había convertido en imprescindible, pero que no tenía ninguna ambición política real.
Se realiza un nuevo cambio, ya que Pinochet se traslada desde el edificio Diego Portales al Palacio de La Moneda, que fue destruido durante el bombardeo aéreo del golpe de Estado, perdiéndose gran cantidad de obras de arte y documentos históricos. Pero algo nuevo se encontró en los sótanos, y eran los planos originales de la casa de gobierno, que realizó el arquitecto Joaquín Toesca en el siglo XVIII, remodelándose el palacio en base al original.26
Pinochet empezaba así la nueva década, afianzando su posición y opacando a los que posiblemente le pudiesen hacer sombra en el futuro. Pero este poder tambaleó nuevamente con la crisis de 1982.

Crisis de 1982

El inicio

Protesta pacífica contra el Régimen Militar.
Protesta con una barricada en una población.
La revolución iraní del Ayatolá causó estragos en el precio internacional del petróleo, lo que provocó que los países redujeran su actividad económica produciéndose una recesión. Se elevaron las tasas de interés, y se produjo la insolvencia de varias instituciones, lo que provocó la baja en los precios de las materias primas, especialmente delcobre (la principal exportación chilena).27
Con la economía abierta que planteaban los Chicago Boys, los vaivenes de la economía mundial golpearon duramente a Chile. La crisis empezó a manifestarse con la quiebra de grandes empresas. Entre otras razones, los efectos de la recesión mundial se vieron agravados por un tipo de cambio fijo frente al dólar (1:39), que impedía el desarrollo de las exportaciones y favorecía el endeudamiento.28
Los bancos y las empresas se empezaron a endeudar durante «el Boom», llamado en el extranjero el «Milagro de Chile», y ahora no tenían cómo pagar. Los economistas se dividieron sobre las medidas a tomar: Castro decía que se debía seguir con el cambio fijo, mientras que otros preferían devaluar y además cambiar a un tipo de cambio flexible que lo regulase el mercado.
Pinochet se decidió por la devaluación y Castro fue despedido del Ministerio. Los efectos de la devaluación fueron desastrosos, pues la gente se endeudaba en dólares y por tanto su deuda se multiplicaba. Los bancos también se volvieron insolventes, y el gobierno decidió intervenirlos adquiriendo el Estado las deudas privadas. Paralelamente a esto subían los precios y la cesantía sobrepasaba los veinte puntos porcentuales. Se iniciaron las primeras huelgas y protestas masivas contra el Gobierno Militar. Las primeras fueron pacíficas, pero ante la negativa del gobierno a escuchar a la oposición, se incrementó la violencia y extensión de las protestas por lo que el gobierno envió al Ejército a realizar las labores represivas tradicionalmente confiadas a Carabineros, debido a que la Policía uniformada ya no era capaz de mantener el orden público, la intervención del Ejército de Chile agravó más aún la situación dada la dureza con que reprimieron las protestas callejeras, incluso en una de esas jornadas de represión dejó un saldo de 18 muertos, siendo esta la tónica durante las siguientes jornadas de protestas.
En el año 1982 el PGB bajó un 14% y la inflación se mantenía en un 21%, la cesantía en un 26% y las reservas internacionales disminuyeron en 1.200 millones de dólares.

La recuperación económica

Testimonio de Carmen Gloria Quintanacontra el régimen militar, quemada el 2 de julio de 1986 durante la primera Jornada Nacional de ProtestaColección del Archivo Nacional de Chile.
Concluida la etapa más cruda de la crisis, Pinochet en1985 reemplazó a Jarpa y a Escobar. Entraría a manejar la economía chilena el ingeniero civil Hernán Büchi el que, con reformas menos ortodoxas que sus predecesores, lograría revitalizar la economía. Dicho período fue nombrado como el «Segundo Milagro Chileno».
Para la nueva reactivación, el nuevo ministro tomó las siguientes medidas:
  • Fuerte reducción del gasto en el sector público, con medidas como rebajar el gasto social y las jubilaciones.
  • Política de devaluación del peso en función del dólar muy fuerte, que sobrepasasen la inflación. De esta manera, con el dólar alto, se favorecían las exportaciones y se restringían las importaciones.
  • Privatizaciones de empresas que seguían siendo estatales: la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), las eléctricas ENERSIS y ENDESA, las de telecomunicaciones ENTEL y Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), la productora de azúcar IANSA, la línea aérea LAN ChileLaboratorios Chile, entre otras.
  • Privatización de los bancos intervenidos por el gobierno durante la crisis.
  • El control de las tasas de interés por el Banco Central y ya no por el mercado.
  • Descenso controlado de los aranceles.
El resultado de su gestión fue el retorno al liberalismo económico que implantaron los Chicago Boys, pero de una forma mucho más controlada, sin el dogmatismo que le imprimieron sus antecesores, y un crecimiento económico sorprendente que llevaría a Chile a duplicar su PGB en el lapso de diez años.
Dichas privatizaciones, sin embargo, se realizaron fuera de toda fiscalización, sin bases de licitación y bajo una completa falta de transparencia, lo cual provocó un gran perjuicio económico a los intereses del país, en lo que la investigadora María Olivia Monckeberg denominó "El saqueo de los grupos económicos al Estado chileno".29 Se estima que en dichas operaciones el Estado chileno perdió el equivalente a 2 mil 223 millones de dólares, de hecho según la contraloría General de la República solo la privatización de CAP significó pérdidas para el Estado de 706 millones de dólares, y la de ENDESA 811,5 millones.30 Entre los principales beneficiarios de estas operaciones se encuentran el entonces yerno de Pinochet Julio Ponce Lerou, Roberto De Andraca, José Yuraszeck, los grupos de Hurtado Vicuña, Fernández León y el grupo Penta de Carlos Alberto Délano.30
Los beneficios del rendimiento macro económico del país, sin embargo, no se distribuyeron homogéneamente entre la población, produciéndose un rezago entre éste y los indicadores de desarrollo humano. Hasta 1990 más de la mitad de la población chilena se encontraba en zona de pobreza o indigencia.31 Hacia 1987 el país todavía mostraba cifras de subalimentación según los estudios de la CEPAL y la FAO; recién a fines de la década de 1990 Chile volvería a recuperar el promedio de calorías per cápita que tenía en 1973.

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